
Hazme un Instrumento de Tu Paz: Descubre la Poderosa Oración de San Francisco de Asís
Una Oración que Trasciende el Tiempo
Hay textos que, por su profunda sencillez y su mensaje universal, logran tocar el corazón de personas de todas las épocas y creencias. La "Oración de San Francisco de Asís", también conocida como "Hazme un instrumento de tu paz", es sin duda uno de ellos. Aunque su autoría directa por parte del santo de Asís es debatida por los historiadores, su espíritu refleja a la perfección la esencia del carisma franciscano: la entrega total, la humildad y la búsqueda activa de la paz.
Esta oración no es una simple petición, sino una declaración de intenciones, un mapa de ruta para transformar nuestra vida en un canal de la gracia y el amor de Dios. A continuación, te compartimos el texto completo y una breve reflexión sobre su inmenso valor espiritual.
Texto Completo de la Oración de San Francisco
Señor, hazme un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, siembre yo el amor;
donde haya ofensa, siembre yo el perdón;
donde haya duda, siembre yo la fe;
donde haya desesperación, siembre yo la esperanza;
donde haya tinieblas, siembre yo la luz;
donde haya tristeza, siembre yo la alegría.
Oh, Divino Maestro, concédeme que no busque ser consolado, sino consolar;
que no busque ser comprendido, sino comprender;
que no busque ser amado, sino amar.
Porque dando se recibe;
olvidando se encuentra;
perdonando se es perdonado;
y muriendo se resucita a la Vida Eterna. Amén.
Un Llamado a la Acción y la Entrega
Lo que hace tan especial a esta oración es su enfoque activo. No pide a Dios que elimine el odio del mundo, sino que nos convierta en la persona que siembra amor en medio de ese odio. Es una invitación a ser protagonistas del cambio, a través de acciones concretas y contraculturales.
Cada antítesis (odio/amor, ofensa/perdón, duda/fe) nos desafía a mirar la realidad y a preguntarnos: ¿cómo puedo ser yo la respuesta de Dios en esta situación? Esta mentalidad es una fuente de inspiración constante en muchos grupos de oración cristiana y una guía fundamental durante retiros franciscanos o retiros de silencio, donde se busca profundizar en el propio llamado.
La segunda parte de la oración es, si cabe, aún más radical. Nos pide renunciar a la búsqueda de nuestro propio bienestar emocional (ser consolado, comprendido, amado) para centrarnos en el bien del otro. Es la máxima expresión de la caridad cristiana: el amor que no espera nada a cambio. San Francisco entendió que la verdadera alegría no se encuentra en recibir, sino en el acto de entregarse por completo.
Un Legado de Paz para el Mundo
La Oración de San Francisco es mucho más que una bonita poesía. Es un compromiso de vida. Nos recuerda que la paz no es la ausencia de conflicto, sino la presencia activa del amor, el perdón y la esperanza. Recitarla y, sobre todo, intentar vivirla, nos convierte en pequeños faros de luz en un mundo que a menudo parece dominado por las tinieblas. Que su mensaje nos inspire cada día a ser, con la ayuda de Dios, verdaderos instrumentos de Su paz.